top of page

MANIFIESTO ÁGRAFOS

Ágrafos. Mírense un momento al espejo y pregúntense si acaso pueden ver los sueños con los que crecieron en la adolescencia y la madurez. Ágrafos. ¿Ve usted planes o ve sueños? Ágrafos. ¿Quién permitió que nuestra voz la gritaran otros, los de arriba, desconocidos y superficiales? ¿Acaso ellos escriben por los que no tienen voz? Ágrafos. Escribimos para los mutilados, leemos para los indisciplinados. Escribimos porque el mito es piedra angular. Porque hace poco, una maestra nos dijo, que la universidad hace parte de un sistema mayor al cual está adscrito: el neoliberalismo. "Se rindió ante él", "dobló sus rodillas a él", pensamos. Porque nunca nos hemos imaginado a los padres fundadores con sacos de dinero o incluso, corrigiendo severamente al discípulo. Porque el maestro de hoy, la universidad de hoy, cerró las puertas de la pasión y la expresión; porque está cerrada en creer que es abierta; porque los discípulos escriben su historia, a veces contraria a la de sus padres; porque nos duelen las miradas secas y ascéticas de las mentiras, de la prohibición, de los gestos y tactos de los que no permiten aspirar y exhalar el humo sin atacar con miradas de reojo; porque gritamos, primero silenciosamente hasta apoderarse con alaridos del estrado, por las nuevas reglas del mundo: la libertad, de ser, de gritar, de escribir, de leer, de expresarse, sin los tachones rojos y los ojos degolladores de los superiores y autoritarios.

 

Se escribe para la resistencia de las múltiples corrientes del pensamiento, ya que en la diversidad de la vida está la riqueza para continuar. Se escribe para la independencia; para que la sensibilidad domine la razón; lo espiritual y lo irracional como estandartes. Se escribe para abrazar las raíces y cobijarlas. Porque a través de ellas la vocación es motor social, más que ese sucio sistema sin humanidad.

 

Ágrafos para transgredir los límites de lo establecido; para no caer en el cotidiano formato mutilador. Ágrafos en la universidad, en la calle, en el diálogo, en la vida. Ágrafos porque hay que liberarnos, ya que "de cualquier manera, todos somos finitos". Porque nos duele ver maestros asesinando nuestros ideales y revoluciones. A ellos, ¿quién los nombró normativos del mundo, que van dando tumbos juzgando y señalando nuestras letras? Si nuestra voz cuenta, y contará. Nuestra voz cuenta. Es la voz de nuestra generación. 

© 2020  por  valentina rojas- Revista Ágrafos 

  • Facebook Clean
  • Google Clean
bottom of page